Hidratación en personas mayores
Si bien podemos disminuir la velocidad en nuestra vejez, nuestros cuerpos siguen requiriendo cantidades similares de líquido para permanecer adecuadamente hidratado.La investigación sugiere que en condiciones normales y niveles de actividad, los hombres deben consumir 2,5 litros de agua cada día y las mujeres 2,0 litros.
Esta guía pretende ayudar a las personas mayores a mantenerse adecuadamente hidratadas.
Principales preocupaciones para las personas mayores con respecto a la hidratación
Con la edad, el cuerpo pierde su capacidad de tener una respuesta de sed a un déficit de líquido, lo que aumenta el riesgo de deshidratación. Por lo tanto, con el fin de mantenerse adecuadamente hidratado, las personas mayores deben anticipar las necesidades del cuerpo y no siempre esperar hasta que están sedientos para beber.
La función renal generalmente comienza a disminuir con la edad, lo que significa que se pierde más líquido y aumenta la necesidad de agua.
La deshidratación en la vejez suele ser más grave y potencialmente mortal que en personas más jóvenes. También puede aumentar el riesgo de caídas, infecciones de las vías urinarias, deterioro de la función cerebral y otras afecciones.
Algunos medicamentos pueden bloquear el mecanismo de sed del cuerpo y afectar la hidratación de otras maneras.
Para algunas personas mayores la movilidad restringida puede limitar el acceso a las bebidas regularmente, mientras que aquellos con problemas de memoria pueden tener dificultades para recordar cuando consumieron su última bebida.
Ayudar con las necesidades de hidratación de los amigos o parientes mayores
Recomendamos que los cuidadores y los miembros de la familia asesoren a las personas mayores sobre cómo hidratarse adecuadamente, como alentar a beber una variedad de líquidos y ofrecer líquidos a la hora de comer y entre las comidas.
Los cuidadores deben estar familiarizados con los cambios en la dieta y cualquier medicamento nuevo que pueda afectar los niveles de hidratación.
Las personas mayores en el hospital a menudo se deshidratan y los que se preocupan por ellos deben tener un plan de hidratación en el lugar para cada paciente. Esto debe proporcionar una cantidad adecuada de agua de una variedad de fuentes y / o hidratación intravenosa según sea apropiado.
Una serie de síntomas físicos están asociados con la deshidratación en los ancianos. Estos incluyen disminución del nivel de conciencia, sequedad debajo de los brazos, boca seca, ojos hundidos, disminución de la tensión en la piel; y retraso del tiempo de relleno capilar (es decir, el tiempo que tarda el color en volver a un área de tejido después de aplicar la presión). Si usted ve estos síntomas en una persona anciana en el hospital, alertar al médico o enfermera. Si está en casa, asegúrese de que reciben una bebida con prontitud, y si sigue preocupado, consulte a su médico.